¿Qué es el protocolo de
Kyoto y porqué surge? En Erenovable.com te contamos más del protocolo de Kyoto con vídeos.
El protocolo
de Kyoto es un
acuerdo firmado por las principales economías mundiales, 163 países con el
objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que afectan al
calentamiento del planeta.
El protocolo de Kyoto
§ El Protocolo de Kyoto es un acuerdo internacional asumido en
1997 en el ámbito de Naciones Unidas que trata de frenar el cambio climático.
Uno de sus objetivos es contener las emisiones de los gases que aceleran el
calentamiento global, y hasta la fecha ha sido ratificado por 163 países.
§ Este acuerdo impone para 39 países que
se consideran desarrollados (no afecta a los países en vías de desarrollo como
Brasil, India o China) la contención o reducción de sus emisiones de gases de efecto
invernadero.
El efecto
invernadero
§ La vida en la tierra depende de a energía
del Sol. Un 30%
de la luz solar es desviada por la atmosfera exterior y se dispersa en el
espacio, el resto llega a la superficie del planeta la calienta, y de nuevo se
refleja hacia arriba en lo que se llama radiación infrarroja.
§ El efecto invernadero es un fenómeno atmosférico por el cual
algunos gases de la atmosfera retienen parte del calor emitido por el suelo. El
calor que emite esta radiación infrarroja es absorbido por los gases de efecto
invernadero( gases como el ozono, el vapor de agua, el metano, y el dióxido de carbono) y esto retrasa su escape a
la atmosfera.
§ Estos gases representan un 1% de la
atmosfera de la Tierra sin embargo tienen gran influencia en el clima, ya que
atrapan el calor y rodean el planeta con una especie de manto de aire caliente.
La temperatura promedio global de la tierra es de 15ºC, sin este fenómeno la
temperatura media de la tierra sería aproximadamente de –18 grados demasiado
fría para mantener el ecosistema actual.
§ Si aumenta la emisión de gases efecto
invernadero, estos retienen más calor y la temperatura de la tierra aumentaría.
Esto se reflejaría en el clima, se produciría un cambio climático, aumentaría la desertificación. Muchas
zonas verdes se verían afectadas por el calor, los casquete polares se
deshilarían, cambiarían las estaciones, las aves y su ciclo reproductivo se
vería afectado.
Acuerdo
Internacional: reducir emisiones gases efecto invernadero
§ Para llevar a cabo esta reducción de
emisiones según el Protocolo de Kyoto, se tomaron como base las emisiones
generadas en el año 1990, de forma, que los países que acatan el protocolo
deberán reducir sus emisiones en un 8%. Para verificar el cumplimiento se
medirá la media de emisiones desde el año 2008 hasta el 2012.
§ La Unión Europea tiene fijada una
reducción del 8%, si bien se realizó un reparto entre sus países miembros, de
forma, que por ejemplo a España, se le consentiría un aumento en sus emisiones
de 15% partiendo como base de sus emisiones en 1990. El problema para España
radica, en que, hasta la fecha, estas emisiones han aumentado en un 53%, lo que
complica en gran medida el cumplimiento del protocolo de Kyoto.
§ España no tomó medidas para cumplir el protocolo
de Kyoto hasta
2004, por lo que está en una situación difícil, y muy posiblemente deberá
comprar derechos de emisión a otros países que han conseguido reducir sus
emisiones más de lo fijado. De este modo se intentará que la unión europea
cumpla sus previsiones. En el año 2002, la UE había conseguido reducir en un
2,9% sus emisiones con respecto a 1990.
§ Estados Unidos es otro de los grandes
protagonistas en el protocolo de Kyoto, ya que aunque firmo el acuerdo en
1998, lo rechazó posteriormente, y hasta el momento se niega a ratificarlo. Los
miembros del tratado están estudiando nuevas fórmulas para que Estados Unidos y
otros países muy contaminantes en vías de desarrollo, firmen el acuerdo y
reduzcan sus emisiones.
§ En la siguiente tabla, se puede
observar cuales son los objetivos y metas para la reducción (o aumento) de
emisiones para los países de la Unión europea, con el fin de conseguir esa
reducción global del 8%.
2. Protocolo de
Montreal
El mayor agujero de ozono antártico registrado en
septiembre de 2010.
El Protocolo
de Montreal relativo a las sustancias que agotan el ozono1 es un
tratado internacional diseñado para proteger la capa de ozono reduciendo la producción y el consumo de numerosas
sustancias que se ha estudiado que reaccionan con el ozono y se cree que son
responsables por el agotamiento de la capa de ozono. El acuerdo fue negociado
en 1987 y entró en vigor el 1º de enero de 1989. La primera reunión de las
partes se celebró en Helsinki en mayo de ese 1989. Desde ese momento, el
documento ha sido revisado en varias ocasiones, en 1990 (Londres), en 1991
(Nairobi), en 1992 (Copenhague), en 1993 (Bangkok), en 1995 (Viena), en 1997
(Montreal) y en 1999 (Pekín). Se cree que si todos los países cumplen con los
objetivos propuestos dentro del tratado, la capa de ozono podría haberse
recuperado para el año 2050. Debido al alto grado de aceptación e
implementación que se ha logrado, el tratado ha sido considerado como un
ejemplo excepcional de cooperación internacional.
Términos y propósitos del Tratado
El tratado se enfoca en la eliminación de las
emisiones mundiales que agotan el ozono (el agotamiento se refiere a la
disminución de los niveles de ozono por la destrucción química del mismo). Las
sustancias que agotan el ozono (poAO) son aquellas que contienen cloro y bromo
(ya que aquellas halogenadas con fluor únicamente, no dañan la capa de ozono).
Cada grupo de sustancias tiene establecido un cronograma (llamado calendario en
el tratado) de reducción en su producción y consumo hasta llegar a la
eliminación parcial.
Medidas para la eliminación de los CFCs
Según los Estados signatarios del acuerdo, el
objetivo del tratado es:
"Reconociendo que la emisión en todo
el mundo de ciertas sustancias puede agotar considerablemente y modificar la
capa de ozono en una forma que podría tener repercusiones nocivas sobre la
salud y el medio ambiente,... Decididas a proteger la capa de ozono adoptando
medidas preventivas para controlar equitativamente el total de emisiones
mundiales de las sustancias que la agotan, con el objetivo final de
eliminarlas, sobre la base de los adelantos en los conocimientos científicos,
teniendo en cuenta aspectos técnicos y económicos y teniendo presentes las
necesidades que en materia de desarrollo tienen los países en desarrollo"
A estos fines aceptaron reducir sus niveles
de consumo y producción de clorofluorocarbonos (CFCs) según el nivel de desarrollo de sus economías. A
los países en vías de desarrollo, definidos según el artículo 5.1, se les
aplicó un nivel básico y un cronograma diferente al de los países desarrollados
(conocidos también como países que no están dentro del artículo 5, No-A5) Las
siguientes tablas presentan los calendarios de reducción para los dos grupos de
países y las SAO según se agrupan en los anexos del Protocolo.
Sustancias del Anexo A – Grupo I
|
Nivel Básico
|
Cronograma
|
Países A5
|
Media de producción y consumo entre 1995 y 1997
|
Desde enero de 1999 hasta 2005 no superar el nivel básico
Enero
2005 hasta enero de 2007, no superar el 50% del nivel básico
Enero
de 2007 hasta enero de 2010, no superar el 15% del nivel básico. (Reducción
del 85%)
Enero
de 2010 en adelante, no superar el 0% del nivel básico (Reducción del 100%)[*]
|
Países
No-A5
|
Producción
y consumo en 1986
|
Desde
enero de 1989 hasta enero de 1994, no podrán superar el nivel básico.
Enero
de 1994 hasta enero de 1996, no podrán superar el 25% nivel básico.
(Reducción del 75%)
Enero
de 1996 en adelante, no podrán superar el 0% del nivel básico. (Reducción del
100%)[*]
|
Sustancias del Anexo A – Grupo II
|
Nivel Básico
|
Cronograma
|
Países A5
|
Media de producción y consumo entre 1995 y 1997
|
Desde enero de 1999 hasta 2005 no superar el nivel básico
Enero
2005 hasta enero de 2010, no superar el 50% del nivel básico.
Enero
de 2010 en adelante, no superar el 0% del nivel básico (Reducción del
100%)[*]
|
Países
No-A5
|
Producción
y consumo en 1986
|
Desde
enero de 1989 hasta enero de 1994, no podrán superar el nivel básico.
Enero
de 1994 en adelante, no podrán superar el 0% del nivel básico. [*]
|
Sustancias del Anexo B – Grupo I
|
Nivel Básico
|
Cronograma
|
Países A5
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Media de producción y consumo entre 1998 y 2000
|
Desde enero de 1999 hasta 2005 no superar el nivel básico
Enero
2005 hasta enero de 2010, no superar el 50% del nivel básico.
Enero
de 2010 en adelante, no superar el 0% del nivel básico (Reducción del 100%)
[*]
|
Países
No-A5
|
Producción
y consumo en 1989
|
Desde
enero de 1993 hasta enero de 1994, no podrán superar el 80% nivel básico.
(Reducción del 20%)
Enero
de 1994 hasta enero de 1996, no podrán superar el 25% del nivel básico
(Reducción del 75%).
Enero
de 1996 en adelante, no podrán superar el 0% del nivel básico. (Reducción del
100%) [*]
|
[1] todas las tablas se construyeron con los
datos tomados de la séptima edición del Manual del Protocolo de Montreal de
2006.
[*] con posibles exenciones para usos
esenciales
Existe una eliminación (reducción a cero para
el 2010) de algunas sustancias (halones 1211, 1301, 2402 y los CFCs 13, 111,
112, etc) como de algunas sustancias que requieren atención especial
(Tetracloruro de Carbono, 1,1,1-tricloroetano). La eliminación de loshidroclorofluorocarbonos (HCFCs) que son menos activos, comenzó en 1996 y
continuará hasta su eliminación completa en el 2030.
Plan de gestión para la eliminación de los HCFCs
Según reflejan las comunicaciones del Comité
Ejecutivo del Protocolo de Montreal (ExCom 53/37 y ExCom 54/39), las Partes del
Protocolo han acordado el 2013 como fecha en que se dejarán fijos los niveles
de producción de los HCFCs y acordaron iniciar el proceso de reducción a partir
del año 2015. Debido a que los HCFCs también dañan la capa de ozono, se los
utiliza como reemplazos transitorios para los refrigerantes, los solventes,
gases propulsores para la producción de espumas plásticas y en extinguidores.
Se los utiliza como reemplazo transitorio ya que su efecto potencial sobre el
ozono (conocido como ODP por sus siglas en inglés – Ozone Depleting Potential)
es casi 20 veces menor y su potencial de calentamiento global (GWP por sus siglas en inglés – Global
Warming Potential) es significativamente
menor también. La falta de alternativas para los CFCs y HCFCs (por ejemplo en
los inhaladores que se usan
para el tratamiento de asmáticos o personas con afecciones respiratorias) son
la razón para las pocas excepciones que existen a su uso como así también los
halones aún en uso en los sistemas de supresión de incendios en aeronaves y
submarinos. Las provisiones del Protocolo incluyen como requisito que las
Partes basen sus decisiones futuras sobre fundamentos científicos actuales como
así también toda la información ambiental, técnica y económica actualizada y
disponible que es evaluada por un panel de expertos de la comunidad
internacional. Los informes sobre los avances han sido informados en varias
ocasiones por la Organización Meteorológica Mundial. También existen informes
que preparan las organizaciones gubernamentales y las ONGs donde se presentan
alternativas para las sustancias que agotan el ozono ya que estas tienen un
fuerte impacto en ciertos sectores productivos por usarse en agricultura,
producción de energía, refrigerantes y mediciones de laboratorio.
Historia
Mario Molina y Frank Sherwood Roland fueron los primeros en señalar a los CFCs como los
responsables de la disminución del ozono que se había observado en 1974. La
naturaleza inerte de los mismos los había hecho muy atractivos para muchas
aplicaciones. Sin embargo, en la alta atmósfera, estas sustancias son afectadas
por la mayor radiación solar UV presente con
lo cual se disocian y los radicales (átomos de cloro y bromo) liberados, atacan
al ozono. En un principio se había creído que estos gases no podían alcanzar
las capas más altas de la atmósfera ya que son más densos que el aire. Sin
embargo, poseen una vida media muy prolongada (entre 75 y 120 años) y las
corrientes atmosféricas de aire permiten que los CFCs alcancen alturas que
serían poco probables de no estar el aire en movimiento. El argumento de Molina
y Rowland se basaba en una propuesta análoga de Paul J. Crutzen y Harold Johnston quienes habían mostrado como el óxido
nitroso podía obrar como catalizador en la destrucción del ozono. Aunque otros
científicos habían propuesto independientemente que el cloro podía catalizar
las pérdidas de ozono (Ralph Cicerone, Richard Stolarski, Michael McElroy y
Steven Wofsy), Molina y Rowland fueron los primeros en identificar a los CFCs
como una fuente enorme de cloro atmosférico. Crutzen. Rowland y Molina
recibieron el premio Nóbel de Química en 1995 por su trabajo sobre el ozono. El
ozono cumple un rol fundamental en la absorción de la mayor parte de la
radiación ultravioleta-B (UV-B) evitando
que llegue a la superficie del planeta. El agotamiento de la capa de ozono por
los CFCs resultaría en un aumento de la radiación UV-B incidente
sobre la superficie con un impactante efecto ambiental afectando a los
cultivos, al fitoplancton marino y aumentando fuertemente el riesgo de cáncer
de piel. Luego de la publicación de este trabajo en 1974, Rowland y Molina
debieron testificar ante una audiencia de la Cámara de Representantes de los
Estados Unidos de América en diciembre de 1974. A partir de allí, se asignaron
muchos fondos para estudiar el problema y verificar los resultados iniciales.
La Academia Nacional de Ciencias de los EE.UU. publicó un informe en 1976 que
validaba los resultados y le daba credibilidad a la hipótesis de Molina y
Rowland. En 1985, Farman, Gardinaer y Shanklin, quienes trabajaban para el
servicio antártico británico, sacudieron a la comunidad internacional cuando
publicaron resultados de un estudio en la revista “Nature” que
mostraba un “agujero” de ozono, una disminución de los niveles de ozono en la
zona polar mucho mayor a lo que cualquiera hubiese anticipado. Ese mismo año,
20 países, incluyendo a la mayoría de los mayores productores de CFCs, firmaron
la Convención de Viene en la cual se establecía el marco para negociar las
regulaciones internacionales sobre sustancias que agotan el ozono.
Durante la década de 1980, la firma DuPont,
el mayor productor de CFCs mundial, intentó convencer al gobierno de los
Estados Unidos de América, y al público en general, de que los mismos no eran
responsables del agotamiento de la capa de ozono.2
El Fondo Multilateral
El Fondo Multilateral3 para la
implementación del Protocolo de Montreal es el órgano encargado de brindar los
fondos y el financiamiento para asistir a los países en vías de desarrollo a
eliminar el uso de sustancias que agotan el ozono. El Fondo está a cargo del
Comité Ejecutivo donde se encuentran representados 7 países industriales y
siete países del artículo 5, los cuales son elegidos en la Reunión de las
Partes. El Comité informa anualmente a las Partes sobre sus operaciones en la
Reunión de las Partes. Hasta el 20% de las contribuciones de las Partes pueden
ser entregados a través de sus agencias bilaterales en la forma de proyectos y
actividades elegibles para el financiamiento. El Fondo recibe recursos cada 3
años a través de los donantes. Estos recursos son utilizados para la conversión
de los procesos de manufactura existentes, capacitación del personal, el pago
de patentes y regalías sobre nuevas tecnologías y el establecimiento de
oficinas nacionales de ozono.
Ratificación
Todos los estados miembros de las Naciones
Unidas han ratificado el Protocolo de Montreal, así como la Santa Sede, los
estados federados de Micronesia y la Unión Europea.4 Una menor
cantidad de países ha ratificado las enmiendas posteriores. Por ejemplo,
solamente 154 países han ratificado la Enmienda de Pekín.
Impacto
Niveles de Ozono.
Desde que el Protocolo de Montreal entró en efecto, las concentraciones
atmosféricas de los clorofluorocarbonos más importantes y los hidrocarburos
clorinados se han estabilizado o se ha reducido. La concentración de halones ha
continuado en aumento a medida que los halones que se encuentran almacenados en
los extinguidores de incendio son liberados. Sin embargo, la tasa de aumento ha
disminuido y se espera que comience a declinar su presencia hacia el 2020. La
concentración de los HCFCs ha aumentado significativamente, en gran parte debido
a los múltiples usos en los que reemplazan a los CFCs (por ejemplo, como
solventes o refrigerantes). A pesar de que ha habido informes sobre individuos
quienes intentan evitar la prohibición por medio del contrabando desde países
en vías de desarrollado hacía los desarrollados, el grado de cumplimiento con
el Protocolo ha sido enorme. Por ello, el Protocolo de Montreal ha sido
considerado el acuerdo ambiental internacional más exitoso del mundo hasta la
fecha. En un informe del 2001, la NASA halló que el debilitamiento del ozono
sobre la Antártida se había mantenido igual al de los 3 años anteriores. A
pesar de ello, en el 2003 el agujero de ozono alcanzó su segunda mayor
extensión de la historia. La última evaluación científica (2006) sobre los
efectos del Protocolo de Montreal afirma que “El Protocolo de Montreal está
funcionando. Existen claras muestras de una disminución en la presencia de
sustancias que agotan el ozono y algunas señales tempranas de una recuperación
del ozono estratosférico. Desafortunadamente, los hidroclorofluorocarbonos o
(HCFCs) y los hidrofluorocarbonos (HFCs) se consideran actualmente como fuentes
antropogénicas al calentamiento global. En la escala internacional reconocida
en la cual la contribución de una molécula de dióxido de carbono (CO2) se
asigna un valor de 1, los HCFCs y los HFCs alcanzan valores de hasta 10.000
veces el del CO2, lo cual los convierte en gases de efecto invernadero muy
potentes. El Protocolo de Montreal está buscando lograr la eliminación de los
HCFCs para el 2030, pero no impone restricciones sobre los HFCs ya que estos no
dañan a la capa de ozono y por lo tanto no entra bajo la materia del tratado.
Debido a que los CFCs también son gases con un fuerte potencial de efecto
invernadero, la simple sustitución de los CFCs por los HFCs no implica un daño
ambiental incrementado, pero el aumento en su uso y sus aplicaciones en las
actividades humanas sí podría poner al clima en peligro.
el Protocolo de Montreal
La República Argentina aprobó el Convenio
de Viena para la Protección de la Capa de Ozono, y el Protocolo de Montreal relativo a Sustancias que agotan la Capa de
Ozono (SAOs), asi como las Enmiendas de Londres, Copenhague, y Montreal al
Protocolo de Montreal.
A través del Decreto N°265/96 fue creada la
OFICINA PROGRAMA OZONO (OPROZ), la cual tiene a su cargo la ejecución del
Programa PAÍS, cuya ubicación se encuentra en el ámbito de la Secretaría de
Ambiente y Desarrollo Sustentable.
A fin de cumplir con el Artículo 4B del PM,
incorporado por la Enmienda de Montreal, aprobada mediante Ley N°25389, la
República Argentina debió establecer un sistema de licencias para la
importación y exportación de sustancias controladas, incluyendo las
recuperadas, recicladas y regeneradas enumeradas en los Anexos A,B,C y E del
Protocolo de Montreal. Esto fue posible, gracias a la sanción del DecretoN°1609
de fecha 17 de noviembre del 2004.
A partir del 1° enero del año 2005 comenzaron
las medidas de control sobre las distintas. Conforme al sistema diseñado,
algunas SAOs están sujetas a cupo de importación y para obtener la licencia
respectiva, los importadores deben solicitarla a las autoridades competentes.
Por otro lado todos los
importadores/exportadores de SAOs deben, como condición previa a obtener una
licencia, estar inscriptos en el Registro que a tal efecto se crea en el
sistema, siendo que aquellos que quieren importar/exportar a partir del 1 de
enero de 2005, deberán haberse inscripto durante el año anterior.
3. DECLARACIÓN DE RÍO DE JANEIRO
ANTECEDENTES
En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y
Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro en 1992, la comunidad internacional
abordó el reto de articular un modelo de desarrollo global que, sin restar
independencia a las decisiones nacionales, fuera capaz de trazar parámetros
comunes para asegurar, conjuntamente con el desarrollo económico, el bienestar
social y ambiental de la humanidad. Durante ese foro, se planteó el desarrollo
sustentable como la única estrategia a seguir para asegurar un desarrollo
ambientalmente adecuado y de largo plazo.
México adoptó medidas para avanzar hacia una sociedad sustentable,
mismas que se tradujeron en el desarrollo de instituciones ambientales y en la
modernización de la gestión ambiental. También se iniciaron cambios en los
esquemas de aprovechamiento de recursos naturales para que su desempeño fuera
acorde con el medio ambiente. Sin embargo, los logros alcanzados resultaron
modestos comparados con los retos que ha enfrentado la sociedad mexicana en las
últimas décadas. Las tasas de degradación ambiental continúan, e incluso,
aumentan después de la Conferencia de Río, por lo que se demanda, con sentido
de urgencia y alta prioridad política, una nueva estrategia, una nueva visión
y, sobre todo, un nuevo compromiso político dirigido a promover el desarrollo
sustentable en México.
Diez años después de Río, y respondiendo al mandato de la Resolución
55/199 de la Asamblea General de Naciones Unidas, los líderes del mundo han
decidido reunirse nuevamente en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo
Sustentable (CMDS), en Johannesburgo, Sudáfrica, para evaluar el cumplimiento
de la Agenda 21 y los avances hacia la sustentabilidad alcanzados por los
países participantes, así como las tareas que aún están pendientes.
Como parte de los preparativos para la Cumbre Mundial sobre el
Desarrollo Sostenible, los titulares de las secretarías de Relaciones
Exteriores y de Medio Ambiente y Recursos Naturales Jorge G. Castañeda y Víctor
Lichtinger, respectivamente, instalaron el Comité Nacional Preparatorio para
dicha Cumbre, con el propósito de actuar conjuntamente entre gobierno y
sociedad para establecer la posición de México ante este evento de
trascendencia internacional.
En ese contexto, la Semarnat ha promovido la participación social, con
el apoyo de la Unidad Coordinadora de Participación Social y Transparencia,
mediante el Proyecto PNUD- Semarnat, así como de diversos organismos públicos y
privados, a través de talleres y seminarios en los que se convocó a un amplio proceso
de consulta abierta, incluyente, y equitativa en torno a temas prioritarios
relacionados con la protección del medio ambiente y la promoción del desarrollo
sostenible a escala global.
Para esta labor se contó con la participación de integrantes de los
Consejos Consultivos Regionales para el Desarrollo Sustentable y de los Grupos
Principales, habida cuenta del trabajo continuo y propicio que han realizado
por muchos años y muchos de ellos desde el proceso que se inició a partir de la
Cumbre de Río en 1992.
4. Cumbre de la Tierra
Bandera de las Naciones unidas.
Las Conferencias
de Naciones Unidas sobre el Medio ambiente y el Desarrollo, también
conocidas como las Cumbres de
la Tierra, fueron unas cumbres internacionales sin precedentes que tuvieron
lugar en Estocolmo (Suecia) del 5 al 16 de junio de 1972, Río de
Janeiro (ciudad) (Brasil) del 2 al 13 de junio de 1992 y en Johannesburgo (Sudáfrica) del 23 de agosto al 5 de septiembre del 2002. En junio
de 2012 se celebró
en Río de Janeiro la Conferencia de desarrollo sostenible Río+20.
Cumbre de la Tierra de Estocolmo (1972)
La Conferencia
de Naciones Unidas sobre el Medio Humano (conocida
posteriormente como Cumbre
de la Tierra de Estocolmo) fue una
conferencia internacional convocada por la Organización
de Naciones Unidas celebrada en Estocolmo, Suecia entre el 5 y el 16 de junio de 1972. Fue la
primera gran conferencia de la ONU sobre cuestiones ambientales internacionales, y marcó un punto de inflexión en el desarrollo de la política
internacional del medio ambiente.1
Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro (1992)
En la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, participaron 178 gobiernos, entre ellos 108 jefes de
Estado y de Gobierno. Unos 2.400 representantes de organizaciones
no gubernamentales (ONG)
atendieron, junto a 2005 personas aproximadamente en el Foro de ONG que se
convocó paralelamente y al que se atribuyó estatus consultivo.
Los temas tratados incluían los:
§ escrutinio sistemático de patrones de producción — especialmente de la producción de componentes tóxicos
como el plomo en lagasolina y los residuos contaminantes.
§ fuentes alternativas de energía para el uso
de combustibles fósiles, vinculados al cambio climático global.
§ apoyo al transporte público para reducir las emisiones de los vehículos, la
congestión en las ciudades y los problemas de saludcausado por
la polución.
§ la creciente escasez de agua.
Los principales logros de la Conferencia
fueron la Convención para la Diversidad Biológica y el acuerdo sobre la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático, que más tarde llevaría al Protocolo de Kioto sobre el cambio climático
Documentos de la cumbre de la Tierra de Río de Janeiro
Los documentos resultantes de las cumbres de
la Tierra son los siguientes:
§ Declaración de Río de Janeiro sobre Medio Ambiente y
Desarrollo2
§ Convención sobre la diversidad biológica5
§ Declaración sobre los bosques y masas forestales
§ Convención Marco sobre el Cambio Climático (Framework Convention on Climate Change) (UNFCCC).
Cumbre de la Tierra de Johannesburgo (2002)
En la Cumbre
de la Tierra de Johannesburgo,
participaron alrededor de 180 gobiernos.
En esta cumbre se acordó mantener los
esfuerzos para promover el desarrollo sostenible, mejorar las vidas de las personas que viven en pobreza y revertir
la continua degradación del medioambiente mundial. Ante la pobreza creciente y el aumento de la
degradación ambiental, la Cumbre ha tenido éxito en establecer y crear, con
urgencia, compromisos y asociaciones dirigidas a la acción, para alcanzar
resultados mensurables en el corto plazo.
El principal objetivo de la Cumbre es renovar
el compromiso político asumido hace diez años con el futuro del planeta
mediante la ejecución de diversos programas que se ajustaban a lo que se conoce
como "desarrollo sostenible".
Cumbre Río+20 (2012)
El martes 19 de junio las 193
delegaciones que participan en la Conferencia de desarrollo sostenible de Naciones Unidas Rio+20alcanzaron
un acuerdo de mínimos sobre el borrador de conclusiones titulado "El
futuro que queremos" que tendrá que ser aprobado por los más de 100 jefes
de Estado y de Gobierno que asistirán a la cumbre (en la que habrá importantes
ausencias como Barak Obama, Angela Merkel o David Cameron). Las
organizaciones ecologistas y
ambientales calificaron el texto de "decepcionante" o de
"fracaso colosal". "Una madrugada de negociaciones para que los
diplomáticos acaben decepcionando al mundo. Deberían sentir vergüenza de su
incapacidad para alcanzar un acuerdo en un asunto tan crucial", declaró
Jim Leape, director general de la ONG ecologista WWF.6
El viernes 22 de junio se clausuró
la Conferencia con un documento de mínimos. El Gobierno brasileño insistió, sin
embargo, en que el éxito de Río+20 radicaba en que 193 naciones hayan alcanzado
un consenso rápidamente y sin entrar en amargas discusiones
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